¿No "lo suficientemente bueno" para compartir tu fe? Aquí está la verdad

Como cristiano, a menudo te dicen que deberías emocionarte cuando las personas te preguntan sobre tu fe, como si fuera lo mejor que te pudiera pasar. Pero . . . si en lugar de emoción sientes temor, ansiedad o vergüenza, no estás solo.
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Compartir tu fe puede ser una experiencia estresante por muchas razones. Tal vez:

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A veces, pensamos que nuestros pecados o imperfecciones nos descalifican para compartir el evangelio. Si luchas con sentimientos de indignidad, que alguien te pregunte "¿qué ha hecho Jesús en tu vida?" puede ser incómodo. Puedes sentirte como un impostor, o un fraude, como si tus pensamientos o hábitos pecaminosos cancelaran cualquier obra previa que Jesús ha hecho en tu vida.

La cultura de la iglesia usualmente no ayuda tampoco. Durante siglos, muchas denominaciones cristianas, consciente o inconscientemente, han sostenido estándares arbitrarios de "perfección" a los que los cristianos deben aspirar, lo que podría hacerte sentir que no eres lo suficientemente bueno para ser amado por Dios.

Todo esto es un inmenso y venenoso engaño, y en realidad es un malentendido fundamental sobre lo que es el mensaje del evangelio. El evangelio no es que Jesús te haya hecho perfecto. Es que a pesar de que eres un pecador, Jesús murió por ti y elige amarte, cada milisegundo de cada día Romanos 5:8. ¡Y nada de lo que hagas cambiará eso Romanos 8:39! El evangelio es para ti también.

Es tentador creer que el evangelio es para los demás, pero no para nosotros. ¡Este es un pensamiento tóxico, y simplemente es falso! La Biblia dice que cuando Jesús murió en la Pascua, Él

"llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz",
1 Pedro 2:24

En otras palabras, Jesús, siendo plenamente Dios y plenamente humano, llevó todos los pecados cometidos por cada persona en la tierra. ¡Eso te incluye a ti! Él ha visto y sentido todas tus inseguridades, vergüenza, trauma, celos, odio hacia ti mismo y egoísmo. Como humanos, no podemos entender esto completamente. Nuestros cuerpos humanos limitan la cantidad de dolor físico y emocional que podemos soportar. Pero Él llevó todo eso. Él conoce cada detalle íntimo sobre ti, y aún así te ama infinitamente.

Entonces, ¿qué fue eso que dijiste sobre no sentirte "lo suficientemente bueno"? Si el Creador del universo pensó que eras lo suficientemente bueno para morir por ti, ¡entonces eres lo suficientemente bueno para hacer cualquier cosa! (Sí, incluso compartir tu fe).

Aquí hay algunas cosas que recordar la próxima vez que te sientas indigno:

¡Recuerda que el mensaje del evangelio es para TI!

A pesar de tu pecado, Dios te ama infinitamente. ¡Esa es la verdadera buena noticia! Es tentador pensar que solo se aplica a otras personas . . . pero ¡no! ¡El evangelio es para ti también! El evangelio es para ti también.

Recuerda que no tienes que arreglarte tú mismo: Por estándares universales, los humanos son seres imperfectos. Y no hay nada que podamos hacer para cambiar eso Juan 3:6-7. Dios es el único capaz de cambiarnos desde adentro. Confía en que Él tiene el control de ese proceso.

Busca a Jesús en oración: Tómate un tiempo en silencio y dile a Jesús cómo te sientes. Pídele perdón y un nuevo corazón Salmo 51:10, y agradécele por amarte sin importar qué.

Sé honesto cuando cuentes tu historia: Abrirte y decir honestamente a tu amigo, "Jesús ha hecho mucho en mi vida, pero todavía lucho y tengo un largo camino por recorrer" es mucho más alentador que pretender ser perfecto. Hace que el amor de Dios sea accesible para todos.

Si te has sentido desanimado porque crees que tu pecado te descalifica para compartir a Jesús, anímate en esta Pascua. Dios llevó tu pecado a la cruz. Has sido perdonado. Así como Él resucitó de la muerte a la vida, quiere darte una nueva vida libre de pecado Ezequiel 36:26.

Ora para que Dios te dé un nuevo corazón esta Pascua, y que el Espíritu Santo esté contigo mientras compartes, incluso las partes complicadas.