Cómo compartir a Jesús cuando no sabes qué decir
Algunas personas simplemente tienen una habilidad especial para hablar de Jesús. Parece que les resulta muy fácil pero, para ser honesto, para el resto de nosotros puede ser un poco desalentador. Anímate, aquí hay algunas ideas sobre cómo compartir a Jesús si te parece que no puedes encontrar las palabras correctas.
Piensa en esto. Cada uno de nosotros está rodeado de una cultura particular. Puede que no sea fácil darse cuenta al principio, pero los valores, el idioma, las actitudes y las experiencias compartidas dentro de un grupo de personas o un lugar determinan una cultura, y esto da forma a la manera en que vemos el mundo. Cuando los misioneros van a una cultura extranjera, primero pasan mucho tiempo observando y entendiendo la cultura y el idioma. Pablo hizo esto en Atenas, cuando inició una conversación sobre Jesús señalando el altar 'A un dios desconocido', presentando a Jesús como el Dios que podía ser conocido. Hechos 17:23)
Aquí está la gran idea: compartir a Jesús comienza observando a la cultura que te rodea y buscando formas de reflejar su naturaleza en esa cultura.
Haz un hábito de la observación. Busca conceptos y lenguaje dentro de la cultura que encapsulen las características centrales de Jesús; amor, misericordia, esperanza, redención, salvación y sacrificio. Por ejemplo, es fácil encontrar películas que tienen una 'figura de Jesús', alguien que da su vida por el bien de los demás. Tómate el tiempo para observar tu cultura y ver cómo podrías usar el lenguaje y las ideas culturales para señalar a Jesús.
En su famoso Sermón del Monte, Jesús les dice a Sus seguidores (que eres tú) que deben ser la 'sal de la tierra'. Le ponemos sal a la comida para resaltar el sabor y hacer que sepa mejor. En la paráfrasis de la Biblia llamada "The Message", Eugene Peterson lo expresa de esta manera:
Déjenme decirles por qué están aquí. Están aquí para ser un condimento de sal que resalte los sabores de Dios de esta tierra. …Aquí hay otra manera de decirlo: están aquí para ser luz, sacando a relucir los colores de Dios en el mundo. Dios no es un secreto para guardar. Vamos a hacer esto en público, tan público como una ciudad sobre un monte.
Vive tu vida a la vista. No de una manera que llame la atención hacia ti, sino de una manera que llame la atención hacia la bondad de Dios. Puede ser que desees comenzar a compartir tu fe en las redes sociales, grabar un testimonio en video de cómo Dios ha sido bueno contigo. Se transparente con tus amigos sobre cómo Dios ha respondido a tus oraciones o cómo Él te ha hablado personalmente.
Jesús también les dice a sus seguidores que sean una luz sobre un monte. Lo sorprendente de la luz es que la oscuridad no tiene poder sobre ella. La luz siempre penetrará y abrumará la oscuridad si se le da la oportunidad de brillar. El mismo hecho de que podamos ver la luz de las estrellas a millones de años luz de distancia es prueba de ello. Lo mismo es cierto para la luz que brillas.
Deja que la bondad y el poder de Dios brillen a través de ti como una luz en la cima de un monte. Deja que el fruto del Espíritu se vea en tu vida; amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, mansedumbre, fidelidad y templanza. La gente lo verá y algunos preguntarán qué tienes de diferente. Ser sal y luz naturalmente crean oportunidades para hablar de Jesús.
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