El mundo necesita la paz que tienes.
Vivimos en un mundo lleno de inquietud, miedo e inestabilidad. Sin embargo, como cristianos, Jesús nos ofrece paz en medio de todo. Como cristianos, no solo tenemos acceso a esta paz, sino que también estamos llamados a reflejarla a otros que anhelan estabilidad y esperanza en un mundo caótico.
“Les he dicho estas cosas para que en mí tengan paz. En este mundo tendrán aflicciones. ¡Pero anímense! Yo he vencido al mundo.”
Juan 16:33
La paz es uno de los mayores regalos que Dios dio a la humanidad. Y es un regalo que podemos compartir con aquellos a nuestro alrededor que buscan significado y descanso. Sin embargo, a menudo podemos sentirnos lejos de la paz. Entonces, ¿cómo vivimos como cristianos desde el lugar de paz que Jesús describe? Erwin McManus lo ilustra bien cuando habla sobre la adoración y cómo la adoración genuina puede crear un cambio de responsabilidad en nuestro pensamiento.
Cuando nos sentimos abrumados por la vida, sintiendo el estrés, la ansiedad y la desesperación, McManus dice que es porque hemos asumido la responsabilidad de cosas que no tenemos el poder de llevar. Entonces, ¿cómo cambiamos la carga y recurrimos a la paz que Jesús ofrece?
Déjalo Ir
Erwin explica que cuando asumimos los factores de estrés es como si pusiéramos un techo horizontal sobre nuestra vida. Cuando cae la lluvia, se vuelve pesada y nuestro techo se derrumba. Sin embargo, si cambiamos nuestro techo a ser más vertical, es decir, conectarnos con Dios. Hace que la lluvia se deslice hacia los lados y riegue todos los campos a su alrededor, creando una cosecha que eventualmente da fruto. Cuando vivimos desde un lugar de paz, se vuelve evidente para aquellos que nos rodean. Nuestras vidas pueden despertar curiosidad y abrir puertas para conversaciones sobre la fuente de nuestra paz—Jesús.
Re-alinear
Adorar a Dios enseña a nuestra alma a cambiar nuestro techo verticalmente. Esto nos ayuda a re-alinear nuestra narrativa interna también, “Esto es más grande que yo. Esto no es mío para llevar. Voy a dárselo a Dios,” lo que puede brindar una sensación de paz incluso en medio del caos. A medida que te re-alineas y experimentas la paz de Dios, considera cómo puedes señalar suavemente a otros hacia Él a través de tu propio ejemplo y palabras.
Practica
Cuando los factores de estrés de la vida comienzan a apoderarse de tu paz, practica el arte de refinar la adoración de tu alma para que cuando llegue la lluvia, puedas seguir siendo pacificadores que crean fruto dentro de la tormenta.
Al practicar el arte de descansar en la paz de Dios, no solo nutrimos nuestras propias almas, sino que también demostramos a otros la esperanza y la seguridad que se encuentran en Jesús. ¿Quién en tu vida podría beneficiarse al escuchar sobre la paz que Jesús ofrece?
0 Comments
Sign in or create an account to join the conversation