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Henry vive la vida al 120%. Él trabaja duro para convertirse en un experto en cualquier campo o tema que se proponga. Desde el café hasta la gestión de redes sociales y ahora el mantenimiento de jardines, Henry es un emprendedor con un gran corazón para las personas.
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Nos compartió una oportunidad reciente que tuvo para hablar con un cliente sobre Jesús.

Estaba cortando el césped de uno de mis clientes. Él salió muy emocionado por mostrarme el espejo en su casa. Me pidió que fuera a ver el espejo y al entrar noté la Biblia. Luego me mostró todo en su casa. Mientras volvíamos afuera vi de nuevo la Biblia así que dije, “¿Lees la Biblia?” Y él dijo: “No realmente. Solía hacerlo. Quiero decir, creo en Dios.” Le dije que voy a la iglesia. Eso solo comenzó toda una conversación sobre Jesús.

Esta es la historia de Henry

Nos adelantamos unos meses…

Ahora cada vez que corto su césped oramos. Hemos conversado unas cuantas veces y también oramos. Él dice: “Puedo sentir el Espíritu Santo.” Ahora está en el punto en que realmente quiere ir a la iglesia.

Oportunidades como esta están relacionadas con cuánto estás persiguiendo a Dios en ese momento. Amo lo que dice Pablo en Romanos 1, “No me avergüenzo del Evangelio.” Puedes sentirlo en su sangre. No puedo esperar, cada mañana, para compartir la esperanza y la fortaleza que trae Su bondad. Cuanto más persigo a Dios, más veo las oportunidades.

Así que, cuando vi la Biblia allí, algo saltó a la vista. Fue un momento de fracción de segundo donde me di cuenta de que este era el momento para compartir. Te vuelves más consciente de momentos como estos y Dios te da una valentía para llevarlo a cabo.

Esta valentía inspirada por Dios ha abierto camino para muchas más conversaciones sobre la fe y Jesús.

Henry compartió otra historia sobre un compañero de trabajo

‍Él encontró un collar de cruz cuando estaba en el trabajo y estaba muy emocionado por dármelo. Quería intentar reestructurar la forma en que veía a Jesús, así que dije: “¿Sabías que antiguamente la cruz no era necesariamente algo agradable para los cristianos, sino que su símbolo era un pez o un ancla porque la esperanza que Jesús traía era el ancla para su vida. Así que el mayor símbolo para el cristianismo es la esperanza.” Él me dijo: “¡Podría ir por algo de esperanza!”

Desde allí fue una conversación natural hablando sobre eso y cómo Jesús es lo que te hace levantarte y es lo que te ayuda a atravesar los momentos difíciles. Así que eso nos abrió a hablar más sobre con qué está luchando y cómo Jesús podría ser la respuesta para su vida.

La forma en que compartes a Jesús con personas que aún no lo conocen es hablando sobre lo que Él ha cambiado en ti. Puedes discutir la teología o por qué Él es real, pero la gente ve a Jesús a través del cambio en ti. Así que compartir lo que Él ha hecho en tu vida siempre es la mejor manera.

Experimentamos el cambio a través de nuestra propia devoción e intimidad personal con Jesús. El resultado es una vida como la que Henry ha descrito: conocimiento de las oportunidades a nuestro alrededor y una historia de nuestra propia transformación.

Tener un amigo que te diga que quiere aprender más sobre Jesús es una experiencia realmente emocionante. Puede sentirse como una gran y maravillosa responsabilidad; como si finalmente estuvieras cumpliendo tu propósito como cristiano (insertar un impulso de adrenalina y canciones de alabanza aquí).
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La Pascua es un momento común para que las personas comiencen a hacer preguntas sobre Jesús. Mientras podrías sentirte preparado para comenzar este viaje con ellos, ¿has pensado en el largo plazo o en la posibilidad de una futura decepción? Es importante prepararte para eso también.

Qué hacer cuando un amigo pierde interés. Cuando tu amigo te pregunte por primera vez sobre Jesús, naturalmente querrás exponerlos a todo: estudios bíblicos, servicios de la iglesia, visitarlos, darles una Biblia o enviarles sermones para ver en línea. De hecho, es posible que tengas que "jugarlo con calma" y contenerte de bombardearlos con demasiada información.

Si tu amigo es receptivo, podrás presenciarlo participando en la iglesia por primera vez y ver sus ojos iluminarse cuando aprendan nuevas verdades sobre la Biblia y sobre ellos mismos. Esto puede traer una intensa alegría y realización, tanto para ellos como para ti.

Pero a veces, mientras viajan contigo, pueden dejar de responder a tus mensajes. Pueden dejar de asistir a estudios bíblicos, hacer preguntas o mostrar interés. Esto puede ser realmente decepcionante. Puedes comenzar a preguntarte si se ofendieron por algo que dijiste, o si fuiste demasiado directo. Incluso podrías dudar de Dios y de Su plan.

¿Qué hacer cuando las conversaciones o relaciones espirituales pierden ímpetu?

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Paso 1: Aprende de los discípulos

En primer lugar, puedes tomar ánimo de la experiencia de los discípulos. Caminando con Jesús durante 3 años, los discípulos fueron testigos de milagros increíbles, enseñanzas y crecieron en su relación con Dios. Pero aunque Jesús predicó sobre un Reino celestial y Su muerte, ellos no entendieron lo que significaba.

Cuando Jesús murió y estuvo en la tumba el sábado, los discípulos no sabían qué hacer. Estaban devastados y comenzaron a dudar. ¿Cómo podría su Mesías ser el Hijo de Dios si estaba muerto? ¿Fueron los últimos tres años de sus vidas una mentira?

Si un amigo pierde interés en su viaje cristiano, tú también podrías comenzar a dudar y cuestionar. ¿A tu amigo realmente le gustaba venir a la iglesia, o solo estaba siendo educado? ¿Fueron las revelaciones que experimentaron genuinas, o solo momentos de emoción?

Cuando Jesús resucitó al tercer día, de repente el mensaje completo del evangelio tuvo sentido. ¡Jesús era el Hijo de Dios porque había vencido a la muerte! Esto incentivó a los discípulos y comenzaron a difundir el Evangelio en sus comunidades y en el mundo más amplio. Dios había estado en control todo el tiempo.

Paso 2: Ponte práctico

Si tienes un amigo que ha perdido interés en Jesús, anímate.

“Te he dicho estas cosas para que en mí tengas paz. En el mundo tendrás tribulación. Pero ten ánimo; yo he vencido al mundo”

Juan 16:33

Dios sigue estando en control, y está haciendo todo lo posible para traerlos de vuelta a una relación con Él. Pero también hay pasos prácticos que puedes tomar:

Ora

Ora para que el Espíritu Santo abra los ojos de tus amigos a la importancia de Jesús, la Biblia y estar en comunidad cristiana. Ora para que su deseo por Jesús sea revivido.

Conéctate

Envía a tu amigo un mensaje preguntando si quiere reunirse para una comida o café. Si tienes miedo de asustarlo, puedes incluso decir: "Prometo no ser insistente o hablar sobre la iglesia si no lo deseas, solo quiero ver cómo estás."

Invita

Si crees que tu amigo estaría abierto a ello, invítalo al servicio de Pascua de tu iglesia. La Pascua es un momento popular incluso para cristianos nominales para asistir a la iglesia, por lo que puede ser una oportunidad no amenazante.

Si tienes un amigo que ha perdido el contacto con tu comunidad de iglesia recientemente, la Pascua es un gran momento para contactarlo. Mañana es Domingo de Pascua: ¡no desperdicies la oportunidad! Y quién sabe, al igual que Jesús resucitó al tercer día, podría haber un maravilloso viaje espiritual todavía reservado para tu amigo también. ¡Solo espera y verás!

"Quiero hablar con la gente sobre Jesús, pero no sé por dónde empezar".

La vida está llena y es fácil olvidar que tienes un ayudador, el Espíritu Santo - Juan 14:26 para momentos como este! Escuchar al Espíritu Santo es el lugar por donde empezar. Él te hablará y te guiará cuando lo necesites.

A decir verdad, escuchar al Espíritu Santo es un concepto bastante extraño. ¿Cómo funciona exactamente? ¿Cuándo habla Él? ¿Cómo sé si es Él o mi propia mente hablando? ¿O es que simplemente tomé demasiado café a la hora de la comida?

De la misma manera en que reconoces la voz de tu mamá o de un buen amigo, puedes aprender a conocer la voz del Espíritu Santo escuchándolo, entendiendo más acerca de Él, y por el buen método de prueba y error.

Establezcamos algunas bases: 

El Espíritu Santo ES Dios y comparte la deidad con Dios el Padre y Jesús, eso es la Trinidad. Él habló a los cristianos a lo largo de la Biblia, es nuestro ayudador Juan 14:26 y es un buen regalo de Dios. El Espíritu Santo definitivamente es una expresión misteriosa de Dios, pero esto es emocionante y debería hacernos sentir curiosidad y aprender más sobre Él.

El Espíritu Santo nos dará guía cuando lo necesitemos. Hay muchos ejemplos del Espíritu Santo moviéndose y guiando a personas en la Biblia Lucas 2:27-32, 2 Pedro 1:21, Hechos 8:29-31, si hablas con suficientes cristianos descubrirás que Él sigue haciendo lo mismo hoy en día. Así que, dedica tiempo a escucharle. Él puede hablarte a través de un versículo de la Biblia que de repente se destaca para ti o podría ser un pensamiento o emoción que te golpea mientras estás orando. Cuando se trata de compartir tu fe, Él puede guiarte en un momento o conversación, animándote a decir o hacer algo. A veces podrías recordar de repente un versículo de la Biblia, o una historia o algo que tu pastor dijo alguna vez. A veces es un fuerte sentimiento o impulso de hablar sobre un tema en particular. Intenta seguir esa guía y mira a dónde lleva la conversación el Espíritu Santo.

El Espíritu Santo es digno de confianza. Aunque podrías ser cauteloso sobre si el Espíritu está hablando, puedes estar seguro de confiar en Él cuando habla. Dios promete trabajar todas las cosas para nuestro bien Romanos 8:28, pero eso no significa que siempre obtengas lo que quieres, significa que siempre obtienes lo que es bueno. Así que, confía en el Espíritu Santo para guiar tu vida y las conversaciones sobre Jesús sabiendo que Dios es bueno y Él está trabajando todas las cosas para bien.

El Espíritu Santo debe ser buscado

La Biblia nos dice que estemos llenos del Espíritu Santo Efesios 5:18 "Ser llenos" en griego (el idioma original en la Biblia) significa que es una actividad que está en curso, es algo que te sucede y se te ordena perseguirlo. Pero, ¿cómo haces esto? Pasa tiempo siendo agradecido con Dios Salmo 100:4, considera las veces que Él ha sido bueno contigo y agradécele por ello. Arrepiéntete y pídele perdón a Dios por las cosas incorrectas que has hecho Salmo 66:18 y confía en que Dios tiene más gracia para ti de la que cualquier pecado que puedas cometer.

En tus conversaciones sobre Jesús, ten en cuenta que el Espíritu Santo podría estar hablándote. Escucha Su voz y síguela lo mejor que puedas.

Como cristiano, a menudo te dicen que deberías emocionarte cuando la gente te pregunta sobre tu fe, como si fuera lo mejor que te podría pasar. Pero . . . si en lugar de emoción sientes temor, ansiedad o vergüenza, no estás solo.
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Compartir tu fe puede ser una experiencia estresante por muchas razones. Quizás:

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A veces, pensamos que nuestros pecados o imperfecciones nos descalifican para compartir el evangelio. Si luchas con sentimientos de indignidad, que alguien te pregunte “¿qué ha hecho Jesús en tu vida?” puede ser incómodo. Puede que te sientas como un falso o un fraude, como si tus pensamientos o hábitos pecaminosos invalidaran cualquier obra previa que Jesús ha hecho en tu vida.

La cultura de la iglesia generalmente tampoco ayuda. Durante siglos, muchas denominaciones cristianas han—conscientemente o no—mantenido estándares arbitrarios de “perfección” a los que los cristianos deberían aspirar, lo que puede hacerte sentir que no eres lo suficientemente bueno para ser amado por Dios.

Esto es una gran, venenosa mentira, y en realidad es un malentendido fundamental de lo que es el mensaje del evangelio. El evangelio no es que Jesús te ha hecho perfecto. Es que aunque eres un pecador, Jesús murió por ti y elige amarte, cada milisegundo de cada día Romanos 5:8. Y nada de lo que hagas cambiará eso nunca Romanos 8:39! El evangelio es para ti también.

Es tentador creer que el evangelio es para otros, pero no para nosotros. ¡Esto es un pensamiento tóxico, y simplemente no es cierto! La Biblia dice que cuando Jesús murió en la Pascua, ÉL

“llevó personalmente nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz”
1 Pedro 2:24

En otras palabras, Jesús—siendo completamente Dios y completamente humano—llevó todos los pecados cometidos por cada persona en la tierra. ¡Eso te incluye a ti! Él ha visto y sentido todas tus inseguridades, vergüenza, traumas, celos, odio a ti mismo y egoísmo. Como humanos, no podemos comprender esto completamente. Nuestros cuerpos humanos limitan la cantidad de dolor físico y emocional que podemos soportar. Pero Él soportó todo. Conoce cada detalle íntimo sobre ti, y aún así te ama infinitamente.

Entonces, ¿qué decías sobre no sentirte “lo suficientemente bueno”? Si el Creador del universo pensó que eras lo suficientemente bueno para morir por ti, entonces eres lo suficientemente bueno para hacer cualquier cosa! (Sí, incluso compartir tu fe).

Aquí hay algunas cosas que recordar la próxima vez que te sientas indigno:

¡Recuerda que el mensaje del evangelio es para TI!

A pesar de tu pecado, Dios te ama infinitamente. ¡Esa es la verdadera buena noticia! Puede ser tentador pensar que solo se aplica a otras personas . . . ¡pero no! El evangelio es para ti también.

Recuerda que no tienes que arreglarte tú mismo: Según los estándares universales, los seres humanos son imperfectos. Y no hay nada que podamos hacer para cambiar eso Juan 3:6-7. Dios es el único capaz de cambiarnos desde adentro. Confía en que Él está en control de ese proceso.

Busca a Jesús en oración: Haz un tiempo de tranquilidad y dile a Jesús cómo te sientes. Pídele perdón y un nuevo corazón Salmo 51:10, y agradécele por amarte sin importar qué.

Sé honesto cuando cuentes tu historia: Abrirse y decirle honestamente a tu amigo: “Jesús ha hecho mucho en mi vida, pero aún tengo dificultades y un camino por recorrer” es mucho más alentador que pretender ser perfecto. Hace que el amor de Dios sea accesible para todos.

Si has estado sintiéndote desanimado porque crees que tu pecado te descalifica para compartir a Jesús, ten ánimo esta Pascua. Dios llevó tu pecado a la cruz. Has sido perdonado. Así como Él resucitó de la muerte a la vida, quiere darte una nueva vida libre de pecado Ezequiel 36:26.

Ora para que Dios te dé un nuevo corazón esta Pascua, y que el Espíritu Santo esté contigo mientras compartes, incluso las partes desordenadas.